No estés triste...

Hace un tiempo tuve un problema con una conocida con la que quedaba a menudo. Un problema bastante gordo, que me hizo borrarla completamente de mi vida. No fue una pelea de niñas tontas, ella me hizo algo gordo que yo no pude dejar pasar, y después le dio la vuelta a todo, dejándome a mí como la mala. Yo dejé de hablarle y borré todo lo que tenía relación con ella. Hablé mal de ella, me reí de ella, hasta le hice un par de putadas. Me comporté como una verdadera cría...

Y pasé a ignorarla. Mi vida siguió sin ella. Ni siquiera me metía con ella. Si alguien la mencionaba simplemente ponía cara de asco, o decía alguna bordería sobre ella, y pasaba a otras cosas que me interesaban más.

Y la semana pasada le pasó algo. No a ella misma, pero algo grave. Lo leí y después me lo contaron. Algo terrible que no desearíamos ni a nuestro peor enemigo. Algo que hace que todo lo que ha pasado entre nosotras se vuelva ridículo...

Hace tiempo que no tengo relación con ella, se ha portado muy mal conmigo, pero no puedo dejar de pensar en ella en estos momentos. Lo está pasando muy mal, y ahora veo lo que pasó como una tontería: una tontería de una niña inmadura que ahora está asustada y sola, a pesar de estar rodeada de tanta gente. Todo el odio que sentía hacia ella ha desaparecido, y ahora siento lástima. Pero no lástima como hacia una persona patética, lástima por todo lo que está pasando. Y sé que por fuera intentará disimularlo, mostrarse como siempre, tal vez hasta hable mal de mí. Pero sé que en el fondo está mal, muy mal. No mal como cuando se obsesionó con un chico que no quiso nada con ella. Mal como nadie quisiéramos estar nunca.

Por eso ya no puedo odiarla. Ya no puedo hablar mal de ella. Sólo puedo desearle lo mejor y esperar que, aunque de forma anónima, le llegue mi apoyo de alguna manera.

Últimos exámenes

Apuntes, café, subrayador, portaminas, boli BIC, hoja en blanco, dossier... Todo en mi mesa está preparado.

Sin embargo por otro lado: ordenador, Internet, divagaciones mentales...

El examen es el martes. El último de la temporada. Se acerca la fecha... ¿Sabré hacerle frente?

Insomnio (II)

Otra noche sin dormir... pero esta vez estoy tranquila. No que todo se haya arreglado, ni mucho menos, pero el día ya no es tan negro, algunas cosas pierden importancia, otras no son como me las imagino siempre... La vida no es tan dramática como quiero creer. Y son las pequeñas cosas las que te hacen sonreir.

Esta noche la inquietud no me ha quitado el sueño. Realmente no sé qué ha sido. Tal vez sí esté preocupada, y la manifestación sea el insomnio. Pero esta noche no me ha dado por pensar en algo triste, sino que he pensado en algo que ocurrió hace más de diez años. Se dice pronto, diez años... La vida transcurre a pasos de gigante, y no te das cuenta de lo que va pasando hasta que llega un día y te das cuenta de que ya pasó...

Y lo que pensé fue en alguien. Podría considerarse mi primer novio. Realmente no lo fue, pero fue el primero que importó. Y con el paso del tiempo no importó tanto, me enamoré mil veces más de lo que creí amarle, pero en realidad sí que importó. Porque marcó un punto de inflexión. Después de él, no volvió a quererme ningún hombre. Y yo lo atribuyo a una especie de energía cósmica, el karma, como castigo por lo mal que me porté con él...

Pero no fue en eso en lo que pensé esta noche. No. Pensé en mi lucha por conseguir su amor. Pensé que cuando lo conocí no me llamó la atención. Me fijé en él porque me hizo un cumplido. A veces las historias de amor empiezan de la manera más tonta del mundo. Pero así fue. Me hizo un cumplido muy bonito, y caí. Teníamos trece años. Él tenía novia. Lo nuestro era imposible, pero él sentía algo por mí. Recuerdo que durante ese curso luché. Luché por obtener de él esa declaración. Luché tanto que lo conseguí, con ayuda de mis amigos, hay que reconocerlo, esos amigos a los que me costó tanto decirles lo que sentía. Lo conseguí, pero simplemente conseguí esa declaración, y saber que estaba confundido entre su novia y yo y no sabía qué hacer...

Al año siguiente nos distanciamos. Él ni siquiera me hablaba, ni me saludaba. Más tarde supe que me odiaba por aquel entonces. Nuestros amigos comunes me dijeron de abandonar, de dejar el tema, que no valía la pena, que era una pérdida de tiempo, que me estaba volviendo loca. Pero no abandoné. Seguí luchando. Luché muchísimo. Tuve días malos, días horribles, pequeños logros, poco a poco, pero todo indicaba que debía abandonar. Pero no lo hice. Él incluso llegó a decir que nunca habría nada entre nosotros, que sólo seríamos amigos. Pero yo me negué a creerlo. Así que dos años después de haberme fijado en él y ante el asombro de esos amigos que me decían de abandonar, él estaba loco por mí.

Nunca he vuelto a luchar tanto por alguien, después de esa historia, simplemente me he dejado llevar... Me he fijado en quien se fijaba en mí, y cuando me he fijado en quien no mostraba interés he tirado la toalla. Y eso me hace pensar que tal vez el origen de mi mala suerte no sea el karma, tal vez sea mi pereza. Y lo pienso pero aún así la simple idea de luchar por alguien me parece ridícula, prefiero huir, esconderme, hasta que "se me pase"... Me parece más fácil enmendarme con ese chico que intentar luchar por alguien. Creo que esa historia simplemente quedara como un recuerdo. Un recuerdo de aquella vez en que fui valiente...

Olvidando

Y se va esfumando... Ya ni lo recuerdo... ¿será por qué no te he vuelto a ver? ¿qué pasará cuando suceda lo inevitable? ¿Seguiré huyendo como hago tan bien? ¿Por qué ese miedo? Sé lo que pasaría si me dejara llevar, por eso me pongo una barrera a mí misma, que me impide llegar hasta ti, que te impide llegar hasta mí. Saltar esa barrera no es tan difícil, pero hasta ahora nadie ha sabido hacerlo, o nadie ha querido hacerlo... Y dudo que seas tú quien lo haga...

Y ahí me quedo con mi protección. Sóla pero protegida. ¿De qué me sirve?

Tonta

Hoy te vi por fin. Entré en aquel sitio lleno de gente, pero entre todos destacabas tú. Te vi y me sentí tan tonta...

Tonta por pensar en ti de una forma en la que nunca pensarás en mí.

Tonta por esa sonrisa que, al verte, se dibujó en mi cara, y sobre todo en mi alma.

Tonta porque aunque sólo me consideres una persona más en tu vida, yo te considero como una de las pocas personas que ha conseguido sacar la punta del iceberg que está dentro de mí.

Nunca mostraré mi fragilidad, nunca sabrás lo que realmente veo cuando te miro, y sin embargo, no puedo dejar de pensar: "Tonta, tonta, tonta" porque cuando me hablas, siento que existo.

Tonta porque no llega a ser algo, pero empieza a serlo...

Tonta porque no soy capaz de hablar contigo seriamente y contarte todo esto.

Tonta porque ante ti, vuelvo a tener quince años...

Soy tan tonta...

Nascondo questa stupida allegria cuando mi guardi...

Volviendo a escribir

He decidido retomar este blog, bastante abandonado la verdad. He escrito pocas veces en él y sólo en momentos de desesperación. Por lo tanto he decidido darle un nuevo aire, escribir más a menudo y escribir también cosas alegres.

La verdad es que en estos momentos es imposible escribir algo alegre porque mi vida no lo es: estoy de exámenes, soy incapaz de estudiar, siento cosas que no debería sentir por quien no debería sentir y en plenos exámenes por si fuera poco, me siento completamente sola, y una larga lista de etcéteras.

Pero aún así utilizaré este blog, como he hecho siempre en período de exámenes con otros blogs, para desahogarme y encontrar la fuerza de estudiar. Y cuando pasen los exámenes, espero seguir utilizando el blog y no tenerlo abandonado como hasta ahora.

De momento me voy esta noche a la biblioteca a estudiar Historia Contemporánea de 1945 hasta nuestros días. En principio con Jurema, no creo que se apunte nadie más. Me llevaré el portátil para hacer la reseña que pide el profesor así que supongo que escribiré algo esta noche.

Pensamientos...

Últimamente te veo de otra forma, quiero estar cerca de ti, saber cosas de ti. No entiendo qué me pasa. ¿Por qué ahora? ¿Por qué tú? ¿Qué voy a hacer?

De nuevo...

De nuevo exámenes. De nuevo la misma asignatura. De nuevo los nervios. De nuevo suspenderé.

Y mientras tanto no tengo ganas de nada. Sólo de quedarme en la cama, con los ojos cerrados, durmiendo, soñando con tiempos mejores, tiempos en los que acabo la carrera, tiempos en los que encuentro el amor...

Me obligo a despertar, me obligo a levantarme. Pero no puedo mantenerme en pie demasiado tiempo. No me concentro, no estudio. Lo único que me motiva a levantarme es pensar que voy a conducir. Pero un día como hoy, supuestamente dedicado al estudio, sin coche en perspectiva, es tan difícil salir de la cama. Y cuando al fin lo consigo, no puedo. Me siento delante de mis apuntes, veo las mismas palabras mil veces leídas y estudiadas, para nada. Y me distraigo con mil cosas...

¿Nunca lo conseguiré? En días como hoy envidio a la gente que consigue levantarse de la cama con una sonrisa, que a primera hora ya está en la biblioteca estudiando, que tiene como única motivación el hecho mismo de estudiar. Tal vez si yo también estuviera acompañada, sería distinto.

Y esta tarde volveré a mi mesa, a mis apuntes, a mi cansancio, y tal vez mañana me levante con buen pie...