sábado, 5 de abril de 2008

Otra ocupará mi lugar


Al principio, una sospecha. Nada seguro. Mis amigas me decían: no tienes pruebas... Lo he pensado tantas veces y no era cierto, que al final nadie me creía.

Pero la sospecha cada vez se hizo más fuerte. Y se convirtió en certeza.

Primero, quise negarlo. No puede ser. Luego quise negar lo que sentía. No me afecta. Pero finalmente debo aceptarlo: ES y ME AFECTA.

Claro que no me afecta en un modo sentimental y romántico. No, me afecta en un modo malcriado y egoísta. Tantas preguntas: ¿por qué ella? ¿por qué con ella se esfuerza más? ¿por qué a ella la quiere desde el primer momento y a mí nunca me quiso? ¿por qué él es feliz y yo no? y sobre todo ¿por qué nunca lo seré?

Llego a un momento de mi vida en que la esperanza se ha esfumado. Veo injusticias, y pienso, y tengo la certeza de que nunca seré feliz, nunca tendré a mi lado a alguien que me ame. Y pienso: tal vez sea incompatible con mi carácter el tener una pareja. Y uno a uno, todos los que me partieron el corazón van encontrando a su media naranja. Todos son felices, todos son amados...

Y yo me quedo sola...